En esta temporada de verano, Chile ya ha vivido dos incendios extremos. El primero ocurrió en diciembre pasado en Viña del Mar, el segundo tiene en alerta máxima a las regiones de Ñuble y Biobío. En este contexto bien vale preguntarse ¿son los incendios forestales más duros que antes?
De acuerdo a una nota de BBC, lo concreto es que los climas que crean condiciones favorable para incendios forestales se ha diseminado por todo el mundo.
Estas condiciones tienen como base el polvo seco propicio para el fuego, bosques cada vez más áridos con capacidades para ser inflamables y terrenos expuestos a varios meses de sequía.
Según un artículo de la revista Reviews of Geophysics, con el paso de los años varias zonas del mundo tendrán hasta un 50% más de probabilidades de ser afectadas por incendios devastadores. Entre esas áreas está Sudamérica.
Asimismo los autores sostienen que, hoy en día, existen lugares en la Tierra que inesperadamente podrían ser afectadas por llamas: entre estos están el permafrost de Siberia y las selvas tropicales de la Amazonía.
¿Cuáles son las condiciones para que inicien incendios extremos?
El estadounidense Dann Mitchell, experto en este tipo de emergencias, señaló al portal Sciencefocus que las temporadas excesivamente largas sin lluvias crean condiciones propicias para incendios forestales de gran magnitud.
“En algunos países donde los incendios forestales se propagan rápidamente, es el viento el que está causando el daño real: alimentando el fuego con oxígeno renovado, empujando las llamas hacia la vegetación adyacente y esparciendo brasas ardientes por todas partes”, explicó.
“Los incendios forestales a veces pueden alcanzar velocidades de hasta 11 km/h, y el humo es particularmente desorientador para cualquier cosa que se encuentre cerca del incendio”, agregó.
Si bien el cambio climático se reconoce como el principal factor en la intensificación de incendios en el mundo, para Mitchell las actividades humanas son más perjudiciales aún.
“Existe una fuerte evidencia que respalda el cambio climático como el principal impulsor del aumento de las tierras quemadas en EEU. Para la mayoría de las demás regiones del mundo, este no es el caso, y se cree que los ciclos climáticos naturales, la deforestación, la extinción de incendios y la quema agrícola pueden desempeñar un papel más dominante”.