Las 30 mil personas que asistieron al Festival Popular de Valparaíso dejaron cuentas alegres en la municipalidad porteña. Sin embargo, surgieron detractores que cuestionan el gasto de $123 millones en una ciudad que tiene falencias en distintas áreas y critican el uso de tratos directos para distintos contratos de la actividad.
Para Boris Kúleba, dirigente social de la comuna, se trató de “un despilfarro de una importante cifra en un evento que no fue más que una acción populista de una municipalidad que se convirtió en una productora de evento con fines electorales”. Así también, cuestionó que “fue realizado con escasos niveles de transparencia, con pocas licitaciones y muchos tratos directos”.
Por su parte, el concejal Daniel Iturrieta (UDI) contó que “el Concejo Municipal no se enteró finalmente del costo total del Festival Popular” y que los millones gastados se contradicen con las “necesidades de la ciudad que hoy no dan para gastar esa suma”. El diputado republicano Luis Sánchez, por su parte, afirmó que “lo preocupante es que el alcalde se gaste todo el presupuesto municipal en pagarle sueldos altísimos a sus amigos en estos festivales”. La casa edilicia respondió recordando que “invertir en cultura es a la vez invertir en bienestar social, en seguridad comunitaria, en desarrollo económico local”.