Han transcurrido dos semanas desde que se conocieron los resultados de la primera Prueba de Acceso a la Educación Superior. El paso de la PSU a la PAES, con escala en la PDT, ha sido quizás si el principal cambio en el acceso a la universidad en mucho tiempo. Y por ello, tal vez, se observan también cambios significativos en los resultados de la medición, como el aumento explosivo de los puntajes máximos (1.000 según la nueva escala), antes conocidos como puntajes nacionales (850 acorde a la escala antigua).
Y es que, según datos del Ministerio de Educación, tras la rendición de noviembre de 2022 hubo 496 personas recién egresadas que obtuvieron 1.000 puntos en al menos una de las pruebas. Eso sí, el total de puntajes máximos fue de 523, dado que hubo personas que obtuvieron más de un puntaje máximo.
Esta cifra implica un aumento de 290% respecto de la PDT dada a fines de 2021, cuando hubo 180 puntajes nacionales. La PDT de Invierno de 2022, con la salvedad de que la dieron casi 200 mil personas menos que las que se dan a fin de año, dejó trece.
Jaime Retamal, uno de los encargados programáticos de educación de la candidatura presidencial de Yasna Provoste, asegura que esto se puede deber a que hubo “nuevas fórmulas de cálculo, nuevas bonificaciones de puntos” que, según su mirada, “a veces no nos dejan ver bien la realidad, pero en la medida que vayan favoreciendo a los estudiantes de buenas trayectorias, pero que desafortunadamente no tuvieron escuelas o liceos de alto estándar, son bonificaciones bienvenidas”.
Para María Rosa Cornú, directora del preuniversitario Preuss y Vinculación Escolar USS, esto refleja que “las pruebas realmente estuvieron acorde a lo que se estableció por el Demre, que midieron contenidos que eran abordados desde el colegio, más la preparación personal de cada estudiante. Aplicar un contenido a una experiencia o situación, no tanto de memoria, por lo tanto, los estudiantes estudiaron, aplicaron y por supuesto que entendieron”.
Pero la comparativa no es una mera casualidad. Los números de años anteriores dicen que en la prueba de 2018 hubo 211 puntajes nacionales, en la de 2019 hubo 108, mientras que en la de 2020 hubo 230.
En detalle y acorde al Mineduc, de las 496 personas recién egresadas que obtuvieron puntajes máximos, 348 fueron hombres y 148 mujeres. Se hace la salvedad del egreso, puesto que hay otras 206 personas -219 pruebas- que también obtuvieron los 1.000 puntos (850 en años anteriores), pero que no fueron ni son considerados como puntaje nacional o puntaje máximo al no pertenecer a la cohorte de esa generación.
“Esta brecha en términos de género es una dificultad que se ha traspasado desde muchísimos años. Es histórico, por lo tanto, la reflexión es hacia cómo se está incorporando a las mujeres en el currículo de asignaturas que son más de carácter científico. Y cómo se le están dando oportunidades a las mujeres en el acceso a la educación superior, existe una brecha muy marcada en Competencia Matemática 1 y 2, en donde las mujeres tuvieron menos participación y, por ende, van a tener menos acceso a las carreras”, dice Cornú.
Y añade: “El análisis va hacia cómo nosotros como país está abordando estas diferencias de género. El currículo no declara en salas de clases la diversidad de género y eso en términos educativos debiese ser una condicionante para que en todos los colegios y liceos de nuestro país se abordara la diferencia de una forma explícita”.
En esa línea, Retamal asegura que estas brechas de género son “muy complejas y difícil de superar porque tiene en gran parte que ver con prácticas didácticas y comprensiones sobre el aprendizaje arraigadas, no solo en el profesorado, sino también ya presentes en la formación de futuros docentes”.
En la reciente prueba, la región que concentró más personas con ese logro fue la Metropolitana, con 331 (223 hombres y 108 mujeres), seguida de la de O’Higgins, con 30 (23 y 7), Valparaíso, con 28 (23 y 5) y Biobío, con 20 (14 y 6).
En la otra vereda, la región de Aysén no registró puntajes máximos. Arica, en tanto, tuvo dos, siendo ambos hombres. Así también ocurrió en Magallanes, donde hubo un hombre y una mujer.
Por tipo de prueba, Matemática 1 (la obligatoria) fue la que registró más pruebas perfectas, con 457, de las cuales 308 se dieron en la RM. En todas las regiones, menos Aysén y Magallanes, hubo al menos una persona con 1.000 puntos.
Verónica Figueroa, subsecretaria de Educación Superior, analiza que el aumento de la cantidad de puntajes máximos se debe “principalmente” a la introducción de la nueva prueba Competencia Matemática 1.
“La prueba de Matemática resultaba ser muy difícil para la mayoría de la población. Esto significaba que no era posible distinguir entre los distintos niveles de conocimiento de la mayoría de las personas, a menos que fueran altos”, explica Figueroa.
La subsecretaria agrega que Matemáticas 1 “está diseñada para adaptarse mejor a la mayoría de la población y M2 para medir en aquellas habilidades más avanzadas en esta materia” y que “cumple con el objetivo de permitir a un gran número de personas mostrar sus competencias. Debido a este cambio, se produjo un aumento de los puntajes máximos obtenidos, lo que sin duda es una buena noticia”.
Juan Eduardo Vargas, exsubsecretario de Educación Superior y hoy vicerrector académico de la U. Finis Terrae, hace ver justamente que la mayor parte de los puntajes máximos corresponden a Matemáticas 1. “Se debe, por lo tanto, ver qué pasó con esa prueba, y lo que ocurrió es que, tal como se buscaba en su diseño, resultó ser más acorde a las habilidades que efectivamente tiene la población estudiantil. En palabras sencillas, es una prueba más asequible para los jóvenes que la rinden y, en consecuencia, nada sorprende que les haya ido mejor, en términos generales, y que se haya incrementado el número de puntajes máximos. Ahora bien, con respecto a las otras pruebas, la tendencia pareciera ser relativamente similar a la de años anteriores”, asevera.
En tanto, Matemática 2 (requerido para algunas carreras), fue la segunda prueba con más rendimientos perfectos, con 35. Luego vino Competencia Lectora, con 18, Historia, con ocho y Ciencias, con apenas cinco.
Fuente: La Tercera